El IBEX 35 se suma a la fiebre de la resforestación para compensar emisiones
Gran parte de las empresas del IBEX 35, principal selectivo de la bolsa española, participa en reforestaciones con las que buscan compensar las emisiones que no pueden evitar, una estrategia que apoyan desde la administraciones y genera controversia entre ecologistas y especialistas.
La propia Unión Europea ha marcado como objetivo plantar 3.000 millones de árboles hasta 2030 dentro de su estrategia contra el cambio climático.
En 2014, en España, el Gobierno creó un registro voluntario, ahora fiscalizado por el Ministerio para la Transición Ecológica, que recoge el esfuerzo de empresas, administraciones y organizaciones para calcular, reducir y compensar las emisiones de gases de efecto invernadero que generan.
Entre estos, destacan los proyectos forestales, una estrategia cuya efectividad en la lucha contra el cambio climático ponen en duda desde organizaciones como Greenpeace o el Colegio Oficial del Ingenieros de Montes.
Según datos recabados por EFE, la firma que cuenta con el plan más ambicioso es Repsol que, junto a Sylvestris, ha puesto en marcha un programa para reforestar 70.000 hectáreas de tierras quemadas o baldías con las que capturar 16 millones de toneladas de CO2 y al que ya se han sumado la Junta de Extremadura, el Principado de Asturias, Banco Santander o Enagás, entre otros.
Le sigue Iberdrola, que prevé plantar 20 millones de árboles, principalmente en España, para captar 6 millones de toneladas de dióxido de carbono en 30 años.
Inditex, dueño de Zara, colabora en proyectos de restauración y conservación forestal para compensar, entre otras, las emisiones generadas por el transporte de los pedidos online. Solo en Galicia, donde está su sede, ha apoyado la restauración de 658 hectáreas con cerca de 1 millón de arboles.
También promueven reforestaciones, España y en otros países, cotizadas como ArcerlorMittal, Amadeus, Acciona, BBVA, Bankinter, Caixabank, Enagás, Endesa, Ferrovial, Fluidra, IAG (Iberia), Indra, Mapfre, Naturgy, Sabadell, Santander, Siemens Gamesa, Solaria o Telefónica.
Una práctica no exenta de riesgos
«Plantar está bien, pero no va a solucionar el problema del cambio climático. Restaurar ecosistemas forestales, ayudarlos a adaptarse al cambio climático y mantener un medio rural vivo capaz de mantenerlos es algo bien distinto. Sería mejor conservar lo que tenemos en vez de ampliar la superficie forestal», según Miguel Angel Soto, responsable de la campaña de bosques de Greenpeace.
La iniciativa empresarial de reforestar, muchas veces sin garantías de futuro, genera controversias entre los científicos pues existen dudas sobre la capacidad de muchas regiones de albergar más árboles (por falta de suelo o agua) y porque hay evidencias de que el cambio climático está mermando la capacidad de los bosques como sumideros de carbono.
El presidente de PEFC-Internacional (organización mundial de certificación forestal) y decano del Colegio de Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas, ha apuntado que aunque reforestar es positivo, el modelo que se intuye comporta riesgos, entre otros, que se reforeste donde no procede o que se abandonen los bosques ya existentes.
La ausencia de una planificación integrada hace que a veces se repueble en lugares inviables o donde es contraproducente, según Rojas, que ha subrayado que la expansión «espontánea» de los bosques se ha mostrado muy potente y más económica y biodiversa que la «artificial», que debería reservarse a áreas afectadas por incendios o minufundios.
En su opinión, para mejorar el sistema, los proyectos deberían incluir, entre otras cuestiones, dirección de obra, ser supervisados por un especialista forestal que calcule el secuestro estimado y contar con un seguro para el caso de que no se cumplan las expectativas de captación de emisiones.
Otra cuestiones a mejorar serían incorporar la obligación de mantenimiento durante 40 años, impulsar la plantación de árboles en terrenos agrícolas para aumentar su capacidad de secuestro de CO2 y bonificar fiscalmente este tipo de inversiones o diseñar productos bancarios para fomentarlas.
Al no requerirse proyecto técnico ni dirección de obra «el éxito de las repoblaciones no está asegurado», ha subrayado.
Elegir bien con quién plantar para «no tirar el dinero»
Por contra, desde Transición Ecológica han defendido que, general, en España las cosas se están haciendo bien y que hacen un seguimiento «continuo» de las acciones incluidas en el registro y que en España la legislación forestal es bastante «exhaustiva».
Además, han subrayado, tenemos compañías especializadas que cuentan con las bases técnicas y ecológicas para poder hacerlo bien y han recomendado a las empresas interesadas en reforestar que se asesoren bien con profesionales del sector forestal para evitar el riesgo de «tirar el dinero».
Desde la Fundación Life Terra promovemos la plantación de 500 millones de árboles, el objetivo más ambicioso a título individual dentro de la Unión Europea, ha explicado su fundador Sven Kallen, que ha subrayado que, no obstante, lo importante no es el número si no que estos árboles persistan en el futuro, por lo que cuentan con técnicos especializados en cada una de las fases de plantación.
«Sólo en España, estamos plantando en más de 30 localizaciones y una de las cosas que más nos preocupa es seleccionar las especies más adecuadas para cada lugar, tanto para asegurar su persistencia como para impulsar la biodiversidad local», ha añadido.Una buena preparación del suelo y la protección del plantón son otras de las fases importantes para la supervivencia del árbol, según Kallen, que ha destacado que para garantizar el éxito del proyecto es imprescindible que los empleados de la empresa o los agentes sociales de la zona (escuelas, vecinos, etc…) se involucren en, al menos, una fase de la plantación, pues, a mayor implicación más posibilidades de éxito.